Pectina de manzana anticolesterolémica
Hace más lento el tránsito intestinal y disminuye los niveles de colesterol.
La pulpa de la manzana es rica en pectina, un
hidrato de carbono que no se absorbe en el estómago, sino que pasa al
tracto intestinal. Se trata de un tipo de fibra soluble, que retiene el
agua, por lo que las heces líquidas o semilíquidas de los procesos
diarreicos se consolidan y adquieren una consistencia normal. La pectina
de manzana es, pues, uno de los mejores tratamientos naturales y sin
contraindicaciones para los procesos gastrointestinales que cursan con
diarrea.
Disminuye el colesterol.
La manzana tiene importantes propiedades anticolesterolémicas. Su
pectina se une a los ácidos biliares, resultantes de la degradación del
colesterol, y los elimina a través de las heces.
Fórmula para diarreas.Basta
con ingerir tres manzanas diarias –en desayuno, comida y cena–, crudas,
finamente ralladas y dejadas oscurecer en contacto con el aire. Se
pueden comer solas o rociadas con un buen chorro de limón. La pectina de
manzana también ayuda a calmar el intestino irritado y arrastra las
bacterias patógenas causantes de la diarrea.
Apta para diabéticos.Se
sabe que la pectina de la manzana, consumida regularmente, mejora la
intolerancia a la glucosa, así que los diabéticos pueden beneficiarse de
ella sin temer a su sabor dulce.
Elimina contaminantes.
Palia en parte los efectos nocivos de la contaminación ambiental, ya
que se une al cromo y al mercurio para acabar expulsándolos con las
heces.
La cantidad de pectina que debe consumirse al día es muy
variable según el fin que persigamos, pero recordemos el famoso dicho de
que «una manzana al día mantiene alejado al médico de casa».
Aunque
existen presentaciones y suplementos diversos que contienen pectina, el
mejor modo de ingerirla es en su forma natural, a través de las
manzanas crudas. Se calcula que una manzana aporta 3 g de fibra.
Ana Fdez. Magdalena (naturópata)
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